A la hora de diseñar un mobiliario, lo primero que se toma en cuenta es quién lo utilizará y qué uso le dará. Luego de eso, se consideran las líneas estéticas. Para lograr un mobiliario práctico, funcional y cómodo los diseñadores se rigen por los lineamientos antropométricos y de ergonomía. Conoce en esta entrada de qué se tratan. 

La antropometría es la ciencia que estudia del hombre (Antropo) las medidas (metría) de las distintas partes de su cuerpo para calcular su alcance a los objetos que están alrededor. Por su parte, la ergonomía estudia cómo facilitar el acceso a esos objetos, tomando en cuenta la frecuencia de uso y la cantidad de esfuerzo. 

Una cosa es que desde donde estemos podamos alcanzar un objeto y otra muy distinta, que ese alcance lo podamos hacer de una manera cómoda. Más aún si es de uso recurrente, por lo que  debe estar cerca y fácil de manipular considerando su peso, tamaño o tipo de movimiento necesario para alcanzarlo.

Dependiendo del individuo, el cálculo antropométrico varía. Obviamente las medidas de un niño no son las mismas que la de un adulto. Por tanto, la accesibilidad por distancia a un objeto son distintas, al igual que su ergonomía. Lo que resulta ideal para un adulto, no lo es para un niño por el tamaño o por su peso

La antropometría y la ergonomía en la cocina

Veamos un ejemplo. En el caso de una cocina, todo debe estar al alcance del usuario en la zona de preparación de alimentos. Sin embargo, no es físicamente posible debido a la diversidad reinante de alimentos y utensilios que se pueden encontrar en una cocina.

Por esto, alrededor del sitio previsto para la preparación de los alimentos, el diseño considera aquello que usamos con más recurrencia: cajones para utensilios, gabinetes para alimentos, líquidos y condimentos, un fregadero y la parrilla para ir agregando cada cosa en la medida que la preparamos. Todo lo más cercano posible.

Veamos otro ejemplo. Si utilizamos arroz a diario en nuestras preparaciones, lo más seguro es que lo tendremos a mano. Pero sería incómodo o ergonómicamente incorrecto que sea el empaque de 5 kilos que compramos de oferta en el supermercado. Por tanto, se puede tener almacenado el empaque original en una despensa cuyo acceso no es tan cómodo y al mismo tiempo, tener en un envase más pequeño del mismo arroz (más ergonómico) y cerca del sitio de preparación (más Antropométrico).

Diseñando el espacio de trabajo

En el momento de diseñar una cocina es importante hilar la secuencia de trabajo. Desde la llegada de los alimentos a la estancia, su almacenaje y luego su preparación debe estar en la misma área para que con mínimos esfuerzos se pueda acceder a cada uno. 

A la hora de preparar las comidas, necesitaremos buscar alimentos almacenados en distintos lugares de la cocina: el pollo en el refrigerador, el arroz o vegetales en la despensa, los utensilios en los gabinetes. Por tanto es ergonómicamente ideal que todo esté en la misma área, en lugar de  tener el refrigerador en un extremo y la despensa en el otro.

Aquellos alimentos y objetos menos utilizados estarán en las posiciones menos favorables a las características antropométricas del usuario y esto dependerá de cada estilo de vida.

Tal es el caso de los electrodomésticos. Hay quienes usan a diario un robot de cocina y por tanto su lugar ideal es sobre la cubierta, bien sea a la vista o detrás de una puerta tipo persiana. En cambio otros sólo lo usan para preparaciones especiales y por tanto puede ser almacenado en un sitio mas alto o mas bajo de la cubierta de trabajo.

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